Una vez hemos repasado algunas de las características de las tarjetas de memoria le toca el turno a otros disositivos u otras opciones que nos sirvan de ayuda en el almacenamiento de las fotografías.
En el repaso a este tema no incluimos opciones que se puedan llevar a cabo en casa, lo orientaremos a soluciones de campo. O lo que es lo mismo, a parte del equipo que podemos llevarnos a cuestas en nuestras misiones fotográficas.
La idea es buscar soluciones a la cantidad de espacio necesario para almacenar fotos que produce nuestro disparo compulsivo con la cámara. Y para ellos tenemos dos grupos de posibilidades. Por un lado las opciones específicas para ello y por otro lado los apaños que podamos realizar. Veamos ambas.
En cuanto a las soluciones específicas, en el mercado existen varios productos que están destinados a echarnos una mano con el almacenamiento de fotografías para que no debamos tener una gran multitud de tarjetas para cubrir nuestras necesidades. Éstos son los discos duros portátiles con lectores de tarjetas.
Existe una buena oferta de estos dispositivos que podemos agrupar en dos grandes grupos en función de sus prestaciones: los que tengan reproductor de las imágenes que almacenamos y los que no.
Entre los primeros tenemos algunas opciones como los Epson-P3000 o Epson-P5000 (el de la fotografía). Son dispositivos destinados a almacenar nuestras fotografías, a partir de backups de las tarjetas de memoria o conexión USB Host. Cuentan como reclamo con sus pantallas a partir de las cuales se pueden explorar los archivos (desde el backup en el disco duro o desde la tarjeta) en diversos formatos que incluyen muchas veces el RAW. Además son capaces de reproducir música en varios formatos y tienen una salida de vídeo para ver tus fotos en la televisión. Otros ejemplos de estos dispositivos sería el M80 de Canon (¡ojo! sólo lee los RAW de Canon), el SVP-0638 o el SVP-0326 de Starblitz.
La gran pega de estos dispositivos: su alto precio.
Por otro lado tenemos también aquellos discos duros portátiles que simplemente sirven para hacer los backups de las tarjetas de memoria, ya que no disponen de una pantalla para navegar entre los archivos. El resto de ventajas son las mismas que las anteriores opciones con el añadido de que el precio es bastante más bajo, con lo que se convierte en la mejor opción si únicamente quieres vaciar la tarjeta para continuar fotografiando. Algunos ejemplos serían los discos de Nexto (Ultra ND-2525, el de la fotografía a tu derecha, OTG Express ND-2300), el Sony HDPS-M10 (que no solo lee Memory Stick) o mi viejete Rimax DFS Plus (que es lento a más no poder y que debe estar descatalogado).
Además de estos aparatos electrónicos destinados a estas funciones, no hay que olvidar que hoy en día podemos aprovechar otros dispositivos para que cumplan la misma función. Es el caso de reproductores de mp3 y mp4 como iPod, Creative Zen, Archos, etc. que mediante adaptadores se pueden convertir en nuestras unidades de almacenamiento e incluso reproductores. A falta de pan buenas son tortas y éstos son unos apaños que nos pueden ahorrar unos cuantos euros.
Para rematar esta entrega, no quiero dejar de anotar aquellas variables que hay que tener en cuenta antes de comprar un disco duro portátil con lector de tarjetas:
- Batería (tipo y duración)
- Capacidad del disco duro
- Peso del dispositivo
- Tamaño del dispositivo
- Lectura de RAW (si dispone de reproductor)
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